lunes, 30 de noviembre de 2015

No (Catarsis)

Una mujer cristalina
Se esconde en el portal de su piel
Entre amores de porcelana
Endurece la pelvis de las entrañas.
La noche abrigó tu virginidad
Sus sábanas derramaron café
Títeres de consejos irremediables
Olas de sombras asesinas,
Cae el ocaso.
Muerdes la nostalgia para sentir dolor
Lloras sangre y te ignoran,
Un retrato abriga tu debilidad,
Mientras la melodía de aullidos tuercen tus ovarios.
Una batalla,
Una esclavitud más
Las cadenas agrietan tu pulso y mientras la letanía aruña tu reloj,
Una huella asoma en la ventana del amanecer.

lunes, 16 de noviembre de 2015

Azul

Eres la sombra que refleja mi espejo,
años de mar separados en dos.
Eres el espacio entre celulas
Que envuelven olas de sirenas iracundas.

Soy la religiosa perdida de rocas Barbasquillo
Cuando la luna moría en el cielo dividido.

Camino en aguas fusiformes
Vomitas vodka y,
Me enredo en medusas
Liberas mi muerte y despierto...

¿Soledad?

domingo, 15 de noviembre de 2015

Crimen



Nuestra transfusión de soledad muerden las manos,
cuando cortamos el cordón umbilical de la gentuza noche.

Sugiero jugar con los pernos cuando mueren su voluntad
y correr a las aves que dominan su cigarra;
brindar a sus tornillos que crucifican el repetido Gólgota
en el motel de las plegarias.

Abandonamos los rastros de semillas de alquiler,
mientras las sombras jadeantes
adornan la calle de huellas incrustantes.


viernes, 13 de noviembre de 2015

Santiamén

La cama desierta cual adulterio de tentación rubia, apesta.
La mudanza de tu piel muerde las sábanas aún tibias
y el alma pregunta ¿Expirará tu muerte esencial deseo?

Sentencia de segundos, los restos se arrojan al cielo,
y tu espalda que lamenta el bolero
crucifica el espejo donde me reflejo.

Mi rostro ausenta la mentira que legitimo,
el dispendio de copas ahoga tu fracaso expectador,
Al filo del catre susurro rezos, perversos
mientras los suspensos de Señor guían el excremento de tus ideales.

 Los otoños de mi día, son tres a las ocho.




domingo, 8 de noviembre de 2015

Microcuento #7

La epifanía resurgía debajo de la mesa. La mano del anónimo abrió con técnica de afilador de cuchillos el cierre del conocido. La verga de este se iba endureciendo y unas lágrimas rodaron, saladas y lechosas.
El anónimo sentía el poder de las urgencias.

sábado, 7 de noviembre de 2015

Pellejo

Levanta mi piel
no hay tejidos,
solo dientes
que mordisquean con alevosía
clavan agujas de cianuro
derriten pastillas de lujuria.

¿Buscas la sed?
Busca asilo en Edipo, fantoche badulaque y muere después.






lunes, 2 de noviembre de 2015

Microcuento #6

 Una imagen disipó su realidad. Seguramente el merlot estaba haciendo su efecto, porque una mano conocida jugaba con la verga de un anónimo. En la oscuridad de aquel  bar, la esposa voyerista jugaba a la rusa con el vodka.