lunes, 31 de octubre de 2016

Infidelidad

En mis piernas
ha subido nostalgia
recorrido riesgos
pecados permitidos
piernas que tuvieron brazos
para amarrar tu amor.

¡Ay mis piernas!
en tu cama pronunciaste
mil noches, dos días.

Pausa
fuego y cruz
infiel soy
¿existir debería?
Ellos
siempre.


jueves, 11 de agosto de 2016

Diosas



Después de esa noche no la he vuelto a ver. ¿Qué esperabas Helena? Que te dejara su correo y su correspondencia? Mientras mayor la lumbrera menor el encanto, la desesperanza de la nostalgia. Y si le escribo para intuir sus ganas o aun su deseo. Esa noche que lo hicimos me sentí confundida, después de haber sentido que su boca no solo saboreo  mi vagina, sino que fue subiendo por mis estremecidas tetas, al llegar al supremo orgasmo me pregunté si era lesbiana, toda mi vida cogiendo con hombres de distinta procedencia, llego a ella; en mi cama  éramos diosas, aspirándonos el torso, arrastrándonos en el fondo de la cama solo para conseguir más impulso con el ron que ya estaba caliente como mi cuerpo. ¿Soy lesbiana por sentir tanto placer de ella? Para no sentir remordimiento creo que estaré con un amigo, no será el mejor revolcón, pero saldré de esta duda que me atormenta.
Por enésima vez reviso mi celular y no encuentro mensaje de ella, tampoco es que quería una relación, pero es su boca la que quiero entre mis piernas, mientras con la otra mano subía hasta mi boca para simular que me tragaba un falo, ese dedo que minutos más tarde la introducía levemente en mi entrada sagrada, en mi vagina ya infartada y derramada, e introducía sus cuatro dedos. Tienes una vagina grande, me dijo esa noche, sonrío y me besó. ¡Qué mierda! Hablo como enamorada, y no puedo estarlo. Creo que es mejor que se haya ido, nos evitamos los protocolos y el llámame. Lo que hago últimamente es perverso, diabólico, ¡oh no la iglesia nuevamente!,  el diablo está contento y el forma parte de la iglesia, así que diablo siéntete dichoso, he visto pornografía de mujeres deshaciendo el amor, es delicioso cuando veo sus cuerpos y yo cogiéndome con los dedos.


jueves, 28 de julio de 2016

Sin interior y sin interior



Entre un trago de ron  y sus dedos delgados buscando el final de mi espalda. No me puede pasar nada a la final es una noche más y el sonido de música que se escucha a lo lejos no sé si es psicodelia o el sonido de mis entrañas que de vez en cuando suelen jugar al amo y al esclavo. Se acerca la próxima lluvia de descarga y tengo que correr al baño es su mano que ya no posa en la espalda, ahora intenta entrar en mí, sutil y riesgosamente. No tengo miedo ni tampoco voy al baño, de pronto su sonrisa pacífica me envuelve e ironiza mi mente. Quiero también tocar, su cuerpo que en cada balanceo promete besarme, es solo una noche, depende de mí extenderla ¿a favor de quién? Mejor no respondo eso y la duda sigue alcanzándome como su boca en mi boca. Estoy viva, me siento viva, y creo que mi mirada confusa también le excita, o no. Ahora me convertiré en otro juego, no vive aquí, en dos días se va; me olvidará, ¡que mierda! no sé de qué me preocupo si hasta hace cinco minutos creía que esto es pecaminoso y ahora no quiero que me olvide. Estoy tranquila todo volvió a su normalidad, ahora sus delgadas manos tocan el vaso, el índice lo remoja en el ron y lo introduce lentamente en su boca, esto es provocante, quiero cambiar el escenario y probar en mi cama el sentido opuesto de nuestros cuerpos, sin duda su sexo será delicioso, ¿a qué sabrá? ¿A qué olerá? Creo que estoy atada a su cuerpo sin haberlo tocado. Mi sexo se remoja y una línea dibuja un calzón que tengo, pero hoy se me ocurrió no usarlo, es la libertad y ¿qué diablos es la libertad? Palabra que sigo sin comprender y creo que al final de mis días, en el último segundo del respiro podré darle un concepto a aquello, ahora no Helena, no nos volvamos moralistas, cada vez que pienso en libertad recuerdo a la iglesia y las restricciones, se me quita el deseo y la perversión. Me quedó con la mirada fija en su entrepierna, quiero arrancarle todo lo que tiene puesto ahora mismo, y si mejor vamos al baño, estoy excitada, muy excitada; tranquilidad Helena, la piel puede esperar, no en realidad no puedo esperar, mi grieta está a punto de explotar, adivinaste mi proceso, ahora mírame, estoy sin interior y sin interior, el cielo tiene el infierno de sus ojos, imagino ellos enfrentando los míos, estoy desesperada, esto es lento no a lo que acostumbro con hombres, ellos quieren todo al apuro, y me he vuelto de esa forma, pero ella seduce, las piernas las tengo dormidas esperando su boca en mi sancta sanctórum, así lo denomino, es un misterio, suele latir y a veces los músculos se resisten, ahora late a un ritmo que creo que mi vagina va a sufrir un infarto.




domingo, 5 de junio de 2016

Nadando en el daiquirí de Hemingway

Sumergidos en el sexto infierno
en el fondo de las palabras
en el espejo de sus ojos
sigo escribiendo para descubrirlo.

Sentados  ya en la mesa
una escopeta averiguó nuestras vidas
en un disparo
en el viento que arrojo el disparo
en el punto final del cuento de hoy.


lunes, 30 de mayo de 2016

Y cómo le llamas a eso

La ciudad  fornicó conmigo,
 las calles ya son distintas,
pero  apestas como cuando te abandoné.

Recuerdo cuando mordías mi palabra en esa avenida
mientras seducía la ramera que llevaba dentro,
esa noche cuando violaban mi nombre en una esquina
yo era  solo un ruido en la porquería que me convertía.

 El río que desafió el dogma de mi cuerpo
el hombre y el vaso de cerveza en la esquina del ritual,
el fotógrafo y la mierda de sus revelaciones
el escritor y un arma que no sabe usar
ellos, todos fornicaron conmigo.

 La transgresión nació conmigo
la casualidad morirá conmigo
Guayaquil,
sigues  apestando como cuando te abandoné.



miércoles, 18 de mayo de 2016

Hugh Hefner me visitó anoche



Ese día, el olvido perdió la llave
Invité caricias,  él besos falsos
Ahorramos saliva bebiendo de nosotros,
Así que colgamos el minuto pasado.
Piernas apartadas, manchas de pared
Manos atadas, verga en la vagina
Antifaz de ansiedad, sitio para los dos.