viernes, 15 de marzo de 2019

Diamond

Regresa la lucidez
con el aborto
cuando le vendí el alma al diablo
follando con el dolor
días después
era necesario
que las piernas se abrieran
para cerrar heridas
quince años que no dolían
imaginando que los perros enterrados
le harían compañía a un feto
los orgasmos se escondieron
en mi punto g.
Ese día
éramos tres,
dos muertos
yo viva.


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