lunes, 24 de abril de 2017

Despedida

Si mis dedos hablaran
pronunciarían tus muecas entrando en mi
el silencio cuando saboreaba la miel
del curso que sí tomé.
El humo que olvidabas en mi piel y por eso regresabas.
Los minutos que rogué que fueran eternos
porque esa ciudad nos fue rápido y creamos
ese mar donde sólo el naufragio era sensato.
Te diría que esa noche donde fui feliz, lo fui solo esa vez.
Que tengo el coraje atorado de haberte perdido.

Si mis dedos hablaran
mencionarían las veces que me he cogido en tu nombre
imágenes retorcidas de Cerati en tí
y maldigo el retraso de sentarme a tu lado.

Y tus dedos ¿Qué dirán de los míos?

Siempre la pureza estuvo escondida debajo de la cama
mientras track track track track y track
no eran los huesos, era el alma que jubilosa
nos poseíamos.

Si mis dedos hablaran
dirían que ya no nos veremos
que ya hemos cambiado
que soy cobarde un día más
que tengo la mala costumbre de no despedirme.

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