domingo, 26 de julio de 2015

Esclavo

La ceguera de la sombras alborotan las noches y
 los recuerdos continuos debilitan, mientras
gritan las neuronas
que sueñan con la muerte.

Las garras sostienen el arco iris del aposento
la sumisión se vuelve el ahogo
mientras la soga
se aferra a la cabeza.

Melodía que se refleja en los espejos,
fuego sin extinguir,
la linfa extendiéndose
donde duermen las glándulas.

 Sumerge el anular
en la corriente del Niño
y el enigma se delata.

Costumbres abandonadas,
dioses danzando, mientras la miel
entre espinas retoña,
en el madrigal herético.

Entró la frigidez apresurada,
 las velas amaron el ruido
y la ausencia ejecutó
el derroche de los amantes.

El tiempo cayó y el cáliz morapio abrigó el alma.



No hay comentarios:

Publicar un comentario