Hembra de alma eclipsada
Las dudas empujaron tus sin dueños, esos cuerpos de revoloteo final
De una mocedad desahuciada, aquellos súbitos quebramientos
de este orbe maléfico, sembraron en ti ansiedad
Y crearon tu ciudad imposible de recuperar.
Edipo abandonó tu sustancia y las remembrazas del agua fría
advertían esos
Ojos acechandos azules astros, infinitos finales de piedras
indiferentes
Escondiendose de la iniquidad, todos te abandonaron, menos
la melancolía porque
Es un monstruo que desayuna retazos de cáscaras
Máscaras deterioradas, alloza extraviada, acertijos sin
colonizar.
Verdes inexpertos, friccionan y empapan luceros cercanos
Y desollan halagos de una proximación lejana y venidero
pasado.
No gloria cautiva y desarmada, cruzas las piernas , las
quimeras
De tu iris combate la pendiente hipocondría
Y la danza turbia empaña tu promesa utópica
El dictamen siempre será la interpelación de la certeza
inmolada.
La marrullería invade tu vacante habitación de huesos matizados,
Y el gruñido de la lumbrera execrable león y cordero es
telón
De un etéreo insondable pasión.
Pellizcan tus vísceras y gotean los primeros idilios
pérfidos.
El engendro fracaso se transfigura en peregrino
De limbos escabrosos y la absolución le consagras mientras,
El límite se deteriora a zancadas y estrenas el pórtico de
la Roma de Nerón.
Redimes tus inviernos y navegas al océano de inquietos
Por tus venas no galopan las amazonas y el gusano exhibió su
miel.
Ardientes noches aproximan una lluvia de hostilidades, mas
Aute auxilia los disparos de tu mente.
Las mariposas visitan tu vientre y suspiras abnegación.
Reaparece la guerrera disimulada.
Abandonas la academia , evolucionas el retrato de ensueño y
Tu morada dispone de cerrojos incalculables, pero
Esa llave no abre tu puerta
Y despiertas las noches ambicionando restos de presencias
Que marcaron tu piel, pero
Los fantasmas no se manifiestan al sediento.
La aurora y la caricia avivan tu coexistir.y
Vives sin solicitar el costo de la estadía perpetua en ese
universo, ella ajusta
Quitándote la luna de la Mancha.
Los espejos amparan la fantasía que tus pupilas destellan,
pero son asesinos
Silenciosos, que envenenan a cuentagotas tu camino.
Esposa de secretos que recorren tu universo
Y estallan en la constelación , ahí tus unicornios tienen
sentido.
Te embriagaste con insomnios , rosas que emergieron de
orgullos
Opacaron la cima del mundo, te vestiste de sombras,
Terca de murmullos…
Las quimeras regresan a ti cuando Milanes suena en tu nube
Inmensa ventana reflejando hasta luegos de esquinas y
el perfume de álbumes
te recuerdan
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