escribes el final de los orgasmos,
te pierdes entre silencios de sábanas
mas el júbilo se entreteje en el cóncavo
de lo irremediable.
Tus fanales distorsionan el lecho
donde se maltrata el tacto de la pubertad.
El ruego de la piel se esmera en
Dar
Dar la mejor ceremonia convulsionada.
Sublevas el dorso
lo retuerces en convexo.
Hermoso...
ResponderEliminarGracias!
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